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"Trump: An American dream" de Netflix, capítulo 1 "Manhattan"

"Trump: An American dream" de Netflix, capítulo 1 "Manhattan"
Primer capítulo de la serie documental de Netflix sobre Donald Trump

La serie documental de Netflix Trump: An American dream cuenta la vida profesional del empresario y expresidente de EEUU Donald Trump, quien creó un imperio empresarial y llegó a ser presidente de EEUU. Es decir, quién es Donal Trump en realidad y cómo cumplió el sueño americano y de ahí el nombre de esta serie, sueño americano que consiste en que todas las personas tienen la posibilidad de llegar al éxito. Él es un ejemplo del sueño americano: una persona que crea negocios, gana mucho dinero y sigue creciendo hasta crear un imperio con su nombre y acaba convirtiéndose en el presidente.

Sin entrar en polémicas sobre su vida personal, esta serie documental de 4 episodios de alrededor de una hora se centra en cómo construyó su imperio desde su primer contrato en los 70 hasta cómo llegó a la Casa Blanca.

El primer capítulo de esta serie presenta datos y hechos históricos sobre la vida de Donald Trump y su familia, así como la situación económica y social de Nueva York en los años 70.

Trump: An American Dream, capítulo 1 "Manhattan"

El primer capítulo de esta serie de documentales cuenta los orígenes de Trump.

La primera escena de este documental es Donald Trump junto a Melania Trump entrando en el coche presidencial donde se le ve a él, por la ventana, ensayando un discurso. Acto seguido, en el Congreso de EEUU, un hombre anuncia que el presidente ha llegado mientras la gente le aplaude. Ahora empieza la historia de Trump y cómo llegó hasta ahí.

El documental empieza en Nueva York en 1975. En esa época, la ciudad era un lugar peligroso donde había miles de asesinatos al año, una gran tensión y mala situación económica debido al derroche y a las deudas de los políticos de Nueva York. Los habitantes de Nueva York vivían en una crisis económica en la que no veían futuro y acababan en las drogas y en la delincuencia.

Fred Trump, el padre de Donald Trump

El documental introduce la figura del padre de Donald Trump, Fred Trump, que era un arquitecto de éxito e influyó en Donald desde pequeño. Fred Trump influyó en Donald a pesar de ser un hombre severo, que lo mandó a estudiar a una escuela militar. Donald lo admiraba y se crio viendo cómo funcionaba el negocio de la construcción.

Desde un punto de vista económico, el documental menciona algunas claves que ayudaron a la familia Trump a desarrollar su negocio en el sector de la construcción, como el éxito del negocio inmobiliario de Fred Trump y la estrecha relación de éste con el alcalde de Nueva York.

Donald Trump con su padre Fred Trump
Donald Trump con su padre Fred Trump

Fred Trump hizo mucho dinero gracias a unos bloques de apartamentos para clase media-baja, la Trump Village, en Brooklyn, Nueva York. En esa época, Manhattan era el distrito más apreciado y, si querías triunfar en el mundo de la construcción, era en Manhattan donde debías construir.

Por aquella época, en los años 70, Donald era un hombre joven apuesto y atractivo con su pelo rubio y 1'90 de estatura, lo que le hacía tener muchas mujeres a su alrededor, y una mentalidad ambiciosa que pensaba en grande. Todo eso le animaba a aspirar a más y llegar más alto en la vida. Quería convertirse en una "versión mejorada" de su padre haciendo una gran construcción pero en Manhattan, el mejor distrito de la ciudad. Donald era la imagen de su padre para llevar la empresa a Manhattan.

Abe Beame, el alcalde de Nueva York

Fred Trump tenía una estrecha relación con el alcalde de Nueva York, Abe Beame, quien les ayudó mucho a conseguir sus objetivos porque les venía bien a ambas partes: los Trump ampliaban su imperio y el alcalde ganaba millones para hacer frente a las deudas de la ciudad.

Fred Trump con el alcalde de Nueva York Abe Beam
Fred Trump con el alcalde Abe Beam

Commodore Hotel, la oportunidad de Donald Trump

Había un hotel muy famoso en Manhattan, el Commodore Hotel, que estaba prácticamente en la quiebra en 1976. Donald vio la oportunidad y pensó en comprarlo para poder llevar a cabo su proyecto de una gran construcción en Manhattan, pero había un problema: costaba 70 millones de dólares de 1976 (el equivalente a algo más de 373 millones de dólares actuales). El banco solo le prestaría 30 millones y se le ocurrió pedir al Ayuntamiento de Nueva York una exención tributaria para poder pagar el resto del dinero.

El Commodore Hotel
Commodore Hotel

Roy Cohn, el hombre fuerte aliado de Donald

Más adelante en el capítulo, se destaca la ambición y la mentalidad empresarial de Donald Trump, así como su habilidad para establecer contactos y buscar apoyo en personas influyentes como Roy Cohn, quien es introducido en la historia en este punto.

Por aquel entonces, Donald conoció a Roy Cohn, un hombre de la élite con mucho poder y muy mala reputación. Conocía a mucha gente importante y también conocía sus secretos más inconfesables, lo que le servía para conseguir cualquier cosa que quisiese. Este fue uno de los motivos que llevó a Donald a pensar que tenía que conocerlo como fuese, ya que con su influencia podría conseguir la exención tributaria que necesitaba para comprar el Commodore Hotel y, quizá, algunos favores más.

Roy Cohn
Roy Cohn

La reunión con la Junta de Estimación de Nueva York, que era un organismo gubernamental que se encargaba de las decisiones presupuestarias y del uso del suelo en toda la ciudad, terminó con la decisión que Donald más esperaba. Le fue aprobada la exención de impuestos para la compra del Commodore Hotel. Su proyecto despegaba a lo grande.

Se plantea un debate sobre si los beneficios de los proyectos de construcción de Trump para la ciudad compensaron los posibles perjuicios de la exención de impuestos, y se menciona el riesgo asumido por Trump en la inversión en el Commodore Hotel.

Entonces hubo dos corrientes: mientras que otras personas consideraban que perdonarle pagar impuestos era injusto y una estafa para los ciudadanos, otros aplaudían que Donald arriesgase su dinero en comprar el hotel, lo que podría darle beneficios o llevarle a la bancarrota, para remodelar y reactivar la ciudad.

Edward Koch, el nuevo alcalde de Nueva York

En 1977 hubo elecciones a la alcaldía de Nueva York donde el actual alcalde, Abe Beame perdió contra Edward Koch. El nuevo alcalde Ed Koch no conocía a la familia Trump ni eran amigos íntimos, como lo era Abe Beame, por lo que se preveían dificultades para su proyecto.

Ivana Trump, la esposa y brazo fuerte de Donald

Tras dos años de trabajo en el Commodore Hotel, volvió a abrir sus puertas en 1980 con el nombre "Hotel Hyatt". Durante el periodo de renovación la (primera) mujer de Donald Trump, Ivana Marie Trump, fue muy importante en cuanto al trabajo, al desarrollo del proyecto y al rediseño del hotel. Hacían una pareja envidiable: eran guapos, ricos, exitosos y tenían muchos hijos entrañables.

Donald Trump e Ivana Trump
Donald Trump con Ivana Trump

Torre Trump

El proyecto de Donald Trump no se quedó ahí, un hombre de negocios no puede conformarse y dejar de tener aspiraciones en la vida. Su siguiente proyecto fue la Trump Tower y, para eso, compró el centro comercial Bonwit Teller. Primero demolió el edificio, aunque para eso destruyó unas gárgolas que querían conservar, y empezó la construcción de su torre.

Barbara Res, la gran gestora

Aquí entra en la historia Barbara Res, la primera ingeniera y gestora de proyectos de la construcción de la torre. Donald estaba impresionado con ella por sus cualidades, fuerte personalidad y valentía al ser una mujer haciendo lo que en aquella época se consideraba "el trabajo de un hombre".

Barbara Res
Barbara Res

Como curiosidad, siempre que había algún problema con la construcción, con los contratos, contratistas etcétera, Donald les metía miedo con llevarlos a los tribunales y les decía que su abogado era Roy Cohn, ese hombre tan temido por su poder, que incluso representaba a las familias de la mafia de Nueva York. Esto fue un valor añadido a la construcción de la torre ya que consiguió materiales por menos dinero a través de la mafia.

La torre Trump fue un éxito. Ya se había vendido el 80% de apartamentos de lujo cuando todavía no se había terminado de construir. La torre contaba y todavía cuenta con apartamentos, oficinas y tiendas, todo rodeado de mucho lujo y donde se pueden comprar muchos objetos, accesorios y complementos del mayor lujo.

La inauguración de la torre fue en 1983, con una gran fiesta y evento de inauguración a la que acudió toda la élite de Nueva York.

Problemas con el alcalde Koch

Donald construyó la torre pensando que obtendría otra exención de impuestos pero el nuevo alcalde, el alcalde Koch, no estaba de acuerdo con esto. Es más, parece ser que Koch no soportaba a Donald y no iba a pasarle ni una.

Al negarse a otorgarle la exención, Donald demandó a la ciudad de Nueva York a través de su temido abogado Roy Cohn. Sus razones para pedir la exención eran que Donald habría invertido muchos millones de dólares de su propio bolsillo para construir una torre que generaría muchos más millones para las arcas de la ciudad, una especie de simbiosis en la que ambas partes, Trump y la ciudad de Nueva York, saldrían ganando.

En el otro lado, los representantes del Ayuntamiento de la ciudad tenían razones como que no querían dar subvenciones a multimillonarios o que esos millones no debían ir para subvencionar a multimillonarios que se beneficiarían de los ingresos que la ciudad necesitaba para usarlos en otros asuntos para favorecer a todos los habitantes. Finalmente, el 5 de julio de 1984, el Ayuntamiento le negó la exención de impuestos recurriendo a la Corte Suprema. La Corte Suprema votó a favor de Trump por lo que al final ganó, se salió con la suya y recibió una exención de 74 millones de dólares de 1984 (algo más de 216 millones de dólares actuales).

Donald Trump, Ed Koch y Roy Cohn
Donald Trump, Ed Koch y Roy Cohn

Pista de hielo Wollman

Después de todos estos éxitos en su vida, a Donald se le empezó a subir el éxito a la cabeza. Su siguiente proyecto fue la pista de hielo Wollman, una pista de hielo que iba a ser remodelada y reabierta por el Ayuntamiento pero siempre se retrasaba. Entonces, Donald se propuso hacerlo, de forma personal, como diciendo “yo puedo hacer lo que vosotros (el alcalde y el Ayuntamiento) no podéis hacer”. Otro gran éxito para Donald: consiguió terminar el proyecto antes del tiempo previsto y por menos dinero del que se había presupuestado antes empezar las obras. Pero, tuvo un error debido a su éxito subido a la cabeza y este error fue presentarse como el constructor de la pista de hielo, dejando de lado a todas las demás personas que colaboraron y trabajaron con él en el proyecto. Aun así, todos los medios de comunicación encumbraron a Donald Trump, hinchando más su ego.

La pista de hielo Wollman
La pista de hielo Wollman

La guerra con el alcalde Koch

Su siguiente proyecto fue mucho más ambicioso que todos los demás juntos: construir el rascacielos más alto del mundo en Nueva York. Para eso, volvió a pedir otra exención de impuestos, esta vez de 1.000 millones de dólares. Por supuesto, el alcalde Koch no se la dio y, por supuesto, Donald se lo tomó muy mal y comenzó la guerra abierta entre Trump y Koch.

En general, el capítulo ha presentado aspectos relevantes de la historia de la familia Trump y su relación con el mundo de los negocios y con la política en la Nueva York de aquella época.

Hasta aquí el primer capítulo de la serie documental Tump: An American dream de Netflix. Para terminar el capítulo, muestran una entrevista que dio en los años 70 en la que la entrevistadora le pregunta qué haría si perdiese toda su fortuna y en su respuesta bromea diciendo "me haría presidente". Si él supiera que esa broma se convertiría en realidad más adelante en su vida…